COMUNIDADES INDIGENAS, RURALES Y URBANAS

 Comunidad urbana 

Una comunidad urbana es el conjunto de personas ordenadas en un mismo espacio y ellas conforman las ciudades dependiendo del desarrollo estructural que tengan durante el pasar del tiempo, de acuerdo al tipo de comunidad urbana estas están regidas por diferentes tipos de política en algunas comunidades son elegidas por sufragios y en otras son los consejos los que toman las decisiones. Estas comunidades nacieron por la presencia de las grandes empresas que se ubicaron en las zonas urbanas y de allí se desprende un aglomera miento de personas que emigraron de las zonas rurales. Para el año 2000 el crecimiento de estas poblaciones era de un 45% a nivel mundial.

Para que un estado rural sea declarado como una comunidad urbana tiene que sobrepasar los 50.000 habitantes y en ella se tienen que encontrar empresas que puedan abastecer con suficiencia dicha comunidad. El gobierno busca opinión popular para establecer la comunidad desde el punto de vida social que les convenga a las demás comunidades para ello se hace una serie de estudios:

La escala: es el tipo de infraestructura de la cual esta conformada toda la comunidad.

El contexto: este sistema detecta los problema y necesidades que tenga la comunidad.

Los motivos de los actores: este proceso es el político donde se detecta quién es el idóneo para manejar la comunidad a nivel gubernamental.

EDUCACION EN UNA COMUNIDAD URBANA 

 La educación urbana brinda muchas más oportunidades, pues existen más escuelas, que se adaptan a una matrícula masiva, con mayor tecnología, mejores docentes (ya que pocos quieren resignar la comodidad de trabajar en las ciudades para hacerlo en lugares alejados, con poca o complicada comunicación a través del transporte público, y con muy poca diferencia de salario).Los alumnos de escuelas rurales son, en general pocos, por lo cual muchas veces se reúnen en un mismo aula y con un mismo docente alumnos de diferentes edades y nivel de instrucción. Son niños que en general ayudan a sus familias en las tareas agrícolas, y cuentan con pocos recursos y ayuda familiar, pues muchos padres no han recibido educación formal.

La escuela rural, para lograr otorgar a esta población, una igualdad de oportunidades, debe ser realista, adecuarse a cada ámbito específico y a sus necesidades, tomando en consideración los conocimientos teóricos, pero también los prácticos, que les permitan a los alumnos lograr una mayor calidad de vida en vistas a los recursos con que cuentan y ayudarlos a generar nuevos, en vistas a su formación integral y su progreso humano, intelectual y físico. Considerar la educación rural solamente como un modo de capacitación para el trabajo agrario, es subestimar las capacidades y posibilidades de estos alumnos, que tienen el derecho de elegir si quedarse en ese ámbito, muy digno por cierto, o elegir una profesión o trabajo dentro de las ciudades. De lo contrario los estamos limitando y discriminando.


El niño y adolescente que concurre a una escuela rural, debería, para que sea realmente una igualdad de oportunidades, tener la posibilidad de aprender, continuar y profundizar las tareas que su familia realiza, mejorando la vida en su ámbito, pero también, poder elegir otras profesiones, vinculadas o no, a las tareas agrícolas, para lo cual, debería invertirse en profesores bien pagos y especialmente formados, que suplan las carencias que padecen los educandos, con un sistema de tutorías permanente, y con los mismos recursos con que cuentan los que concurren a escuelas urbanas, de lo contrario, la igualdad propuesta es una utopía, ya que cuando el joven egresado de una escuela rural con conocimientos adaptados a su ámbito (lo que es bueno, pero no debería ser exclusivo) quiera ingresar en una universidad con cursos presenciales o a distancia, se encontrará con que sus conocimientos previos son muchos más escasos, comparativamente, que los que poseen el resto de sus compañeros.


EDUCACION INDIGENA 

 En la educación indígena se asocia a la falta del dominio de lengua materna de los alumnos en comunidades indígenas y migrantes (inglés), lo cual obliga al docente a solicitar la ayuda de monitores para comunicar instrucciones básicas, traducir contenido e incluso guiar a los compañeros en las actividades.  El maestro puede recibir asistencia de niños que hablan mejor el español, de padres de familia, de otro docente o de algún miembro de la comunidad .En las escuelas multigrado no indígenas también se identificó la asistencia de niños “más adelantados”, lo cual implica para el docente una forma de organizar al grupo y apoyarse en quienes considera capaces de ayudarle a atender a alumnos menos avanzados.

De acuerdo con los resultados del estudio, los docentes de educación indígena y multigrado establecen una relación directa entre las condiciones socioeconómicas, culturales, lingüísticas y familiares de sus alumnos; los aprendizajes que éstos son capaces de alcanzar, y las actividades de enseñanza que pueden realizar con ellos. Entre las circunstancias que afectan la enseñanza y el aprendizaje, los maestros señalan la desubicación lingüística; la pobreza extrema y la marginación de la escuela y la comunidad en general; el bajo nivel educativo de las familias; y una formación docente no especializada para atender a los alumnos que viven esta problemática. Al describir las escuelas donde trabajan, denuncian condiciones de precariedad, lo cual limita las opciones de actividades. Una proporción significativa señala que las aulas no están diseñadas para salvaguardar la integridad y seguridad de los alumnos; otros indican que la falta de infraestructura carretera llega a impedir que tanto ellos como sus alumnos asistan regularmente a la escuela.

Uno de los factores que los maestros destacan es la relación de la comunidad con el docente y con la escuela, sobre todo en el caso del servicio indígena, ya que existe una apropiación del espacio y del tiempo escolar por parte de las familias y la comunidad; refieren que los niños son involucrados en actividades religiosas, políticas, sociales e incluso económicas, por lo que tienen que incorporarlas como parte de su trabajo educativo. Muchos maestros agregan que además deben atender las necesidades de operación, gestión y administración de la escuela, lo cual implica dedicar horas e incluso días a tales actividades, problemática que se potencia si la escuela es unitaria.

Los propósitos generales de la Educación Indígena son:

 • Garantizar a niñas y niños el acceso a la educación

 • Potenciar el desarrollo intelectual, físico, psíquico y socio-emocional de niñas y niños, favoreciendo nuevos aprendizajes y conocimientos, tomando en cuenta las particularidades culturales, lingüísticas, sociales y de género, a través de experiencias múltiples y diversas que hagan posible la interacción en variados contextos, así como la resolución de situaciones cada vez más complejas en los ámbitos personal, familiar y comunitario

 • Formar infantes que tiendan a la autonomía y a la progresiva toma de decisiones con responsabilidad

 • Promover la construcción, internalización y puesta en práctica de valores: la empatía, la tolerancia, la creatividad, la colaboración, la responsabilidad, el respeto por uno mismo, por los demás, por el trabajo y por el entorno natura-sociocultural; el servicio a los demás

 • Proporcionar orientación educativa a madres, padres y otros responsables de la crianza de niñas y niños y familiares a cargo del infante y agentes educativos comunitarios para que propicien situaciones que favorezcan el sano desarrollo en esta etapa de vida de los educandos. 


EDUCACION RURAL 

Se estableció las escuelas rurales con el fin de unificar al país culturalmente; destacan las Casas del Pueblo, que convocaron a las comunidades a un esfuerzo de alfabetización, instrucción de diversas habilidades y conocimientos así como del desarrollo de la vida social. En ellas se buscó mejorar las técnicas de producción y formar con sus propios medios a los maestros rurales, quienes dieron vida a las Misiones Culturales instituidas en 1923, a fin de fomentar la educación en las comunidades rurales indígenas.

Llevar la educación al medio rural implicaba establecer un nuevo concepto educativo capaz de ir más allá de la acción tradicional de la escuela, concebida como un espacio donde el niño asiste determinado número de horas al día, aislado o distante de la realidad socioeconómica, laboral y cultural de su entorno inmediato. En otras palabras, desde un principio se marcó una distinción entre la escuela urbana y la escuela rural. Aquélla respondía a requerimientos de atención a la población en edad escolar, de acuerdo al medio citadino, es decir, programas, metodología, actividades escolares y hasta el maestro mismo en su formación profesional, respondían a determinadas exigencias impuestas por el contexto urbano. La escuela rural, por su parte, debía ser capaz de responder a las características propias del lugar en donde se estableciera. De acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la  Educación (INEE), la distribución de la población en edad escolar por tamaño de localidad, y el número de éstas, parece no ser la misma que la de las escuelas de educación básica y media superior. La escuela rural, a lo menos en nuestro país, ha perdido el rol protagónico que por años tuvo respecto al Desarrollo de las comunidades en las cuales está inserta. Diversas pueden ser las variables que han influido en ello, pero la realidad nos evidencia un distanciamiento entre escuela y comunidad, entendida está última como la totalidad de las personas que viven en el sector y no solo los apoderados.

En nuestra opinión la escuela rural debe convertirse en un centro de divulgación de nuevas y apropiadas tecnologías especialmente dirigidas hacia aquellos niños que, por diferentes razones, no seguirán estudiando. La Educación, no debe convertirse en una mera entrega de conocimientos sin que estos sean percibidos por los alumnos como necesarios y aplicables a sus diferentes necesidades. Por otro lado, la acción de educar conlleva el concepto de futuro, en el cual, nuestros alumnos de hoy, deberán enfrentarse mañana a una serie de problemáticas y desafíos. Uno de esos desafíos es el enfrentarse a, no solo su subsistencia sino que, conjuntamente con ello, a la subsistencia de una familia. Para ello requerirá de una serie de competencias las cuales abarcarán cuestiones relacionadas con Salud, Paternidad Responsable (entendida esta como el brindar al hijo las condiciones indispensables para que desarrolle las potencialidades que por naturaleza le son propias) productividad y, por sobre todo, conciencia y actitud que él es el gestor de su propio desarrollo.





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